El gobierno del Presidente Petro se ha caracterizado por temas de importancia estratégica, como la consolidación de la paz total, la política medioambiental, la protección de los derechos humanos y, especialmente, por devolverle el poder al pueblo y quitarlo a los contratistas y clanes regionales que tienen cooptados a departamentos y municipios mediante acciones conjuntas con grupos armados ilegales. Para nadie es un secreto que esos grupos actúan amparados por caciques políticos que se lucran de diferentes maneras de las acciones de grupos que actúan fuera de la ley. El trabajo de combatirlos en las regiones lo tiene asignado la Constitución a los mandatarios regionales y locales quienes deben actuar bajo el control y dirección del Presidente de la República. (Art. 296 Constitución Política). Pues bien, hay que decirlo con claridad, pero en varias regiones fueron elegidos gobernadores y alcaldes opositores que prefieren el caos en el orden público que respetar las órdenes del Presidente. De allí las consecuencias de actos aislados donde ocurren masacres que afectan la percepción de seguridad que reina en el 80% del territorio patrio.
En efecto, en 2024 la cifra concreta muestra una reducción de 17 masacres y 38 víctimas respecto al 2023, según datos del Ministerio de Defensa. Pero investigadores y voceros de la derecha extrema prefieren afirmar que este balance no corresponde directamente a un resultado de las políticas de paz y seguridad, y su único propósito es denigrar del éxito gubernamental y de la fuerza pública en materia del orden público que debe reinar en Colombia. La derecha, como siempre, se satisface creando un ambiente de inseguridad porque creen que esa actitud le generará votos para la contienda del 2026. Pero la posición de la ciudadanía demuestra lo contrario. El ambiente de paz que se respira en el campo y en la mayoría del pais es opacado por la ola de hurtos y extorsiones que se presentan en algunos municipios, que no corresponden a casos de orden público, sino de controles policiales que empiezan en la competencia de Gobernadores y Alcaldes.
La imagen positiva del Presidente Petro se expresa en todas las encuestas pues al sumar y ponderar lo que presentan la firmas pagadas por la derecha extrema, más lo que muestran las encuestas contratadas por el gobierno hay un ponderado superior al 40%, lo que coincide con la expresión ciudadana en las redes sociales que apoyan al gobierno, que son activistas políticos de verdad. Todos sabemos que los periódicos y medios de comunicación de la oposición están en decadencia y han perdido audiencia frente a los 7 millones de seguidores que tiene el Presidente Petro en redes sociales. En las elecciones del 2022 bastó ese porcentaje del 39% del censo electoral para sacar a la derecha del poder. ¿Quién teme hoy a la oposición que existe en Colombia, con lideres de partidos que tienen menos de 1 millón de afiliados de carne y hueso?
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