Los más connotados economistas europeos han manifestado que “analizamos el enfriamiento del sector manufacturero mundial en un momento en el que confluyen distintos factores: las secuelas de la pandemia, el efecto arrastre de China y las repercusiones de la crisis energética en la industria europea.” En efecto, El consumo de bienes duraderos y la producción manufacturera son muy cíclicos y sensibles a cambios en las condiciones monetarias. Por tanto, es lógico pensar que el notable tensionamiento experimentado por las condiciones monetarias globales desde comienzos de 2022 ha terminado enfriando la actividad en el sector industrial.
Según los asistentes al Foro Económico de Davos, las tensiones geopolíticas y los conflictos en curso, la persistente incertidumbre en la cadena de suministro y la inflación han tenido un efecto tangible en el comercio mundial. Luego, estamos ante tiempos de incertidumbre que no pueden ser atribuidos a la presencia del Gobierno progresista en Colombia, sino a factores extraños de los cuales todos somos víctimas y sufrimos las consecuencias de una economía que se mueve en círculos recurrentes.
Por otra parte, el Presidente de la ANDI sigue repitiendo el mismo discurso insistiendo en que se debe reactivar la economía interna construyendo carreteras y vivienda, sin pensar que el 90% de la población colombiana sufre, no pidiendo el pavimento que se riega por las vías principales del pais, sino por alimentos y por tener un ingreso mínimo que les permita vivir, es decir gasto publico social. El Presidente Petro ha dicho que se necesita reactivar el turismo, la llamada “industria sin chimeneas” que vincula a miles de personas a una actividad prodigiosa que, cuidando el medio ambiente en todas sus manifestaciones de mares, flora y fauna, reactiva el ingreso de todos los colombianos de manera directa e indirecta. Los nómadas digitales están ingresando al territorio entre 8.000 y 10.000 dólares mensuales. Colombia es un excelente destino para los nómadas digitales, ya que ofrece una combinación única de cultura, naturaleza y calidad de vida a un costo accesible. Con sus amplias oportunidades para el trabajo remoto, arreglos de vivienda convenientes, gastronomía animada y gente amable, se ha convertido en uno de los lugares más atractivos del mundo para aquellos que buscan vivir y trabajar en el extranjero.
Hay que repensar el modelo económico y no fijarnos en una actividad como las carreteras para dinamizar la inversión; hay muchos otros renglones de la economía que podrían contribuir más a la generación de ingresos como el comercio, transporte, alojamiento y vivienda social y servicios de comida; industrias manufactureras; y actividades artísticas, de entretenimiento y recreación. Los adalides de las infraestructura de carreteras creen que sin su trabajo no hay paraíso, pero puede haber más dinero cuidando la naturaleza que sembrando cemento en todos los departamentos.
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